Iglesias Domésticas II
27.05.2016 16:32
Después de largos paseos por la red buscando cómo, dónde y con quienes vivir la aventura de una comunidad cristiana que responda al lenguaje y realidad de hoy, reconozco que lo que más me atrae y llama es ser parte de una ecoaldea donde cada uno comparte sus talentos, tengan apellido cristiano o no.
Me da pena que casi todas las que he visitado virtualmente son de corte no-religioso pero de un compromiso importante con el respeto a todo lo creado: naturaleza y personas.
Consumo responsable: ¿pobreza evangélica?
Igualdad: ¿castidad?
Suma de talentos, bienes y capacidades: ¿obediencia-escucha?
Tal vez tengan razón, tenemos que alejarnos de las toxinas de una religiosidad cultual sin compromiso para descubrir la espiritualidad-la ruah-en todo y en todos y todas.
Posiblemente los primeros monasterios y comunidades religiosas tenían mucho de esta pasión por el cosmos, respeto a la vida, al agua, a la tierra, a la madera, a los productos básicos que se compartían y consumían con frugalidad…a la vez que una dedicación importante a la escucha del Amado y de los textos que les hablaban de él.
Hoy también los hay, pero muchos están demasiado burocratizados con instituciones que en su origen eran un medio para transmitir la fe y hoy atrapan sus mentes tal vez demasiado por la preocupación que conllevan.
Aprendo de estas familias y personas que se aventuran a vivir tipo ecoaldea, con un sentido importante de solidaridad y hospitalidad, cosa que los monasterios y comunidades dicen que tienen como carisma, y de nuevo, algunos sí, pero otros…vaya que no tienen tiempo.
Aprendo de su compromiso sin necesidad de votos ni promesas, porque su palabra es creíble al ir acompañada de hechos.
Aprendo de su convivencia sana, de sus modos de gestionar los conflictos, acudiendo a ayudas de mediadores cuando se considera necesario en lugar de usar otros métodos más destructivos.
En fin, que creo que a nuestros niños y jóvenes les ayudaría conocer lugares así y desde ahí ayudarles a descubrir los valores más básicos y también la espiritualidad que permea todo cuando se busca vivir esos valores.
Os recordamos la invitación a convivir desde esas bases en un monasterio de Burgos del 1 al 4 de julio y quitamos el límite de edad que poníamos en la anterior reflexión porque ha molestado a alguna persona y además quedan algunas plazas. Lección aprendida.
Para más información entrad en nuestra web: www.espiritualidadintegradoracristiana.es y también llamando o por mail. Sabemos que hay gente que prefiere agosto, si vais diciendo podemos poner otras fechas en ese mes.