DAD LIMOSMA DE LO DENTRO.. (Lc 11, 41)
20.12.2011 12:48
Dad vuestras limosnas de lo que está dentro
Me impactó y me sigue impactando. Lo había leído y escuchado mil veces, pero no lo había oído. No me había enterado. O sea que yo, que no tengo medios, recibo la llamada, el imperativo de dar de lo de dentro, y también lo reciben los que sí tienen, de compartir lo guardadito o escondido o ni siquiera descubierto porque lo de dentro suena a serio, a oscuro, a demasiado profundo, tal vez.
Y ¿qué es lo de dentro? ¿Hay crisis también de lo de dentro? ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Es decir, que hay crisis de trabajo…porque no se comparte de lo de dentro y como el alimento que no se consume se congela o echa a perder: iniciativas, experiencias, talentos que se nos han regalado para construir el reino y muchos los hemos utilizado para construir el imperio, nuestro imperio, o hay crisis económica porque ni lo material compartimos, en general, con justicia evangélica.
Sigue el texto de Lc diciendo que si damos limosna de lo que está dentro todo quedará limpio. Entiendo en el contexto que dejaremos de estar ciegos, como nos dice el texto también de este domingo, si compartimos empezaremos a ver, porque se nos curará la catarata que progresivamente nos va cegando, cerrando el corazón.
Hay muchos modelos bíblicos de personas que comparten de lo de dentro, recientemente he orado mucho con Rut y Noemí, y veo que han pasado a nuestra historia de salvación, porque nos salvan-rescatan-sanan de la ceguera que produce no compartir de lo de dentro.
Rut y Noemí son pobres, pobrísimas, económica y socialmente. Son mujeres, viudas, y solas en una cultura y momento histórico donde esa realidad equivalía a condenadas a morir de hambre.
Rut, la extranjera, de color, pagana, comparte de lo que tiene dentro, que es una admiración profunda por su suegra, por el mundo, el Dios, el pueblo de su suegra, que conoce a través de la vida de su suegra Noemí, y a la hora de elegir entre quedarse en Moab, su tierra, volver a su madre, a su religión y cultura con la posibilidad de casarse de nuevo, que es lo que elige su cuñada Orfá, y que es lo lógico, Rut elige compartir de lo de dentro, y atraída por el Dios encarnado en Noemí, inicia con ella un camino de riesgo, apoyada en el Dios que habita dentro.
Ambas sólo tienen “lo de dentro” y al compartirlo, abren caminos. Lo de dentro les da “hesed”: cercanía afectiva, benevolencia, compasión y fidelidad por y hacia la otra. Ellas lo reciben del Dios de dentro, y porque son capaces de compartirlo algo se mueve.
Se mueve, la férrea estructura patriarcal, se mueve lo de dentro en otros y otras. Rut, siguiendo esa fuerza interior, se gana el respeto y el espacio en el campo de trabajo reservado al varón. Rut, algo insólito en la época, se gana su sustento y el de su suegra, dejando de depender de los varones para todo. Rut y Noemí abren caminos, desde dentro, desde la necesidad y la urgencia, desde el realismo de su crisis y de su hesed.
De alguna manera nos están diciendo que dando de lo de dentro se limpian cataratas de ojos acostumbrados a vivir a media luz y colesteroles de corazones acostumbrados a bombear a medias por falta de perspectiva y de hesed, de cercanía afectiva y fidelidad a raudales que vemos de la mano de estas dos anawim, que nos hablan de una riqueza de dentro que abre posibilidades, caminos, futuro. La crisis se convierte en posibilidad.